Quizás la joya de la corona del modernismo, El Palau de la Música, construido en 1905 por Lluis Domenech i Montaner sede del Orfeó Catalá Patrimonio Mundial por la UNESCO en diciembre de 1997.
Edificio muy complicado de fotografiar por el poco espacio y sobre todo por la diferencia de luz en la parte alta y la baja, lástima de no poderlo hacer desde algún edificio de los delante; siempre se puede hacer dos exposiciones o más, pero con trípode, lástima que después tenerlo que llevar encima en la visita interior siempre es problemático y no te quitas de encima los ojos del guía, ahora me he acostumbrado a ir con el Tokina 12-24 y el Nikon 18-105 por si hay algún detalle, ni mochila ni nada aparatoso
Fachada del Palau
Escalera fantástica
Sala de Lluis Millet
Sala Lluis Millet, a la derecha bustos de fundadores
Desde la sala Lluis Millet se puede salir al balcón donde se aprecia multitud de detalles de la fachada.
La sala de conciertos es ESPECTACULAR, las fotografías es imposible que puedan estar a la altura de la emoción que se siente al entrar a la sala.
Al entrar nos pidieron silencio, estaban ensayando un espectáculo de la tarde, órgano y película muda, puede gustar más o menos pero el sonido espectacular.
Como la situación del edificio es en calles estrechas el problema de la luz fue algo a resolver por el arquitecto, los grandes ventanales laterales y esta magnífica pieza no se si llamarla vidriera o lámpara, pero si que es espectacular, preside la sala con toda justicia.
Para terminar el órgano.
Por esta sala han pasado los mejores músicos de clásica, pero también música pop, coral, flamenco y cualquier expresión musical, todos avalan el extraordinario sonido del edificio.
Desde aquí aconsejo la visita y felicito a la guía tanto por sus comentarios como por la amabilidad que tuvo con personas con dificultades al desplazarse